Los desafíos ambientales no son solo preocupaciones globales, son amenazas existenciales para nuestro planeta. Sin embargo, el impacto no se distribuye uniformemente, y los Pueblos Indígenas y las comunidades locales (IPLC) soportan la peor parte del daño. Sus identidades, culturas, espiritualidad y formas de vida están íntimamente entrelazadas con la biodiversidad que los rodea. Por lo tanto, reconocer sus derechos territoriales no es solo crucial, es una cuestión de supervivencia.

Pero, a pesar de administrar más de la mitad de la tierra del mundo, los gobiernos reconocen legalmente la propiedad de los PICL en un exiguo 10%. Esta injusticia histórica ha llevado a violaciones atroces de sus derechos, lo que impide los esfuerzos de conservación. Por lo tanto, es imperativo incluir a los PICL en la gobernanza ambiental para su calidad de vida y el futuro sostenible del planeta.

Los científicos argumentan que proteger el 30% del planeta no es suficiente. En cambio, los esfuerzos de conservación deben basarse en los derechos, reconociendo la sabiduría, el conocimiento, las prácticas tradicionales y los valores de los PICL. La integración de este conocimiento ancestral con la investigación científica puede conducir a soluciones ambientales innovadoras. Solo a través de esta integración, los PICL pueden participar plenamente en la gobernanza ambiental.

Conservar la biodiversidad no es solo una cuestión ambiental, es una cuestión de derechos humanos. Reconocer los conocimientos ancestrales de los PICL puede conducir a soluciones efectivas y garantizar la plena promoción y respeto de sus derechos. La conservación del medio ambiente no puede hacerse a costa de los derechos de los PICL; en cambio, deben ser socios iguales en la gobernanza ambiental.

En conclusión, debemos reconocer urgentemente la importancia del conocimiento y las prácticas de los PICL en la conservación del medio ambiente. Adoptar un enfoque de conservación basado en derechos es el primer paso hacia un futuro sostenible. La integración de la investigación científica y el conocimiento ancestral de los IPLC puede conducir a soluciones ambientales más efectivas y a la preservación de la biodiversidad, el sustento de nuestro planeta.

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